Es deber del fotógrafo saber distinguir qué imágenes son para la cámara y cuales son para su recuerdo
Aquí van unas cuantas que hice para la cámara. Este fin de semana estuvimos en el lago de Atitlán, una antigua caldera rodeada de volcanes impresionantes ya inactivos. Esto es el equivalente a la riviera francesa...bueno, menos lujos, pero la calidad de los hoteles es altísima. Nosotros estuvimos la noche del sábado en el Hotel Atitlán...piscina con vistas al lago, jacuzzi, unas habitaciones de estilo colonial, y mucha tranquilidad. Tuve además la suerte de que me dejasen tocar el piano del café bar, y para mi sorpresa me permitieron tocar con el bar abierto, sobre las 9 de la noche, en plena hora punta del bar... y resultó que entró más gente al oir el piano... toqué unas cuantas improvisaciones sobre temas que tengo en la cabeza, variaciones, etc. y ¡gustó! me aplaudieron un par de veces en dos cortes que hice...en resumen: cuando deje lo de la consultoría ya sé a qué me puedo dedicar, ¡a ser pianista de hotel! Panajachel es el pequeño pueblo en el que estuvimos, muy autóctono, ya que esta zona del lago es "la última frontera" con las culturas post-mayas de la zona; está muy orientado al turista gringo, pero gracias a Dios todavía se puede palpar la realidad de la cultura indígena de la zona. El domingo fuimos al otro lado del lago, a Santiago de Atitlán. Santiago es la ciudad más visitada del lago, por su mercado local de los domingos y la artesanía. Y por una curiosidad local, un santo sincrético, mezcla de santo cristiano y deidad indígena, llamado Maximón...que visto así parece más bien sacado de la guía Pokemon. Es una figura de madera de metro y poco vestida con ropa, que fuma un puro y a la que se le ofrecen velas, comida, corbatas, etc. para pedirle favores...estuvimos un buen rato mirando la talla...y nos fuimos de nuevo al mercado...Santiago es para volver y perderse... la artesanía local es auténtica, es decir, no son talleres, ni esculturas de madera trabajadas de forma profesional, sino verdaderas tallas con motivos animales, o semihumanos, de vivos colores y dibujos muy originales que resaltan su origen indígena hechos por artesanos independientes o pequeños talleres familiares. Impresionante. Las telas igualmente, de algodón, auténticas joyas. Lo mejor lógicamente es que aquí todo tiene precio muy bajo; una de las tallas que aquí se adquiere por 6 euros puede valer en una tienda de importación de Madrid 60 euros...os aseguro que es arte en estado puro ¡Tengo que volver alguna vez...! Hasta entonces, aquí van unas fotos... ^_^
Aquí el Lago Atitlán, el más bello del mundo, un sábado por la mañana...
Vistas del hotel...
Un servidor en los jardines...
Aquí en la lancha los intrépidos aventureros hacia Santiago de Atitlán...
Nada más llegar, tomamos un mototaxi hasta el mercado...un euro dos personas...
Este es el mercado de Santiago de Atitlán...como véis muy nativo...
A la vuelta un compi me hizo la foto en la lancha camino de vuelta a Panajachel...
3 Comments:
buf ... que stress ... yo no lo aguantaría ...
Esto es muy duro...más seriedad... ^_^ ya me gustaría verte a ti a sí, gambitero!!!!!
pues seguramente me verias con mis bermudas gringas de flores, mi camiseta mangurriana sin mangas, mi sombrerito indianajones como el del rolando y la iguana atada de una cuerda ... jajajaja
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